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Mantenimiento de la Malla

A pesar de las ideas recibidas, el cachemir es un material noble bastante fácil de mantener. Es una fibra natural suave y delicada que se revela en cada lavado con una finura y una suavidad incomparables.

Pero para ello, es importante adoptar las buenas prácticas de mantenimiento y seguirlas. Aquí hay algunas instrucciones que deberían ayudarte a conservar un cachemir de calidad durante muchos años.

Lavar el cachemir

1. El cachemir consume mucha agua

Acaba de adquirir un nuevo suéter de cachemir y ya está deseando ponérselo para disfrutar de su suave calor.
Sin embargo, al sacarlo de su embalaje, el suéter no le parece tan suave como debería. ¡Es normal! Antes que nada, es importante lavar su prenda por primera vez para eliminar posibles impurezas y nutrir la fibra que es muy absorbente de agua.
Entonces debería recuperar flexibilidad y suavidad, y esto solo mejorará con cada lavado.
Tenga en cuenta que el cachemir ama el agua, el lavado solo lo hará más hermoso. Entonces necesitará un mantenimiento regular para relajar la fibra y prevenir la aparición de bolitas.

2. El lavado del cachemir en máquina

Si algunas piezas de cachemira solo pueden soportar la limpieza en seco (velos, bufandas, tejidos de doble cara…), nuestra suave fibra le gusta empaparse de agua para mostrar su esplendor. Por lo tanto, el lavado a máquina es totalmente adecuado.
En caso de duda, consulte la etiqueta de cuidado situada en el interior de la prenda. Le proporcionará valiosos consejos de lavado, secado y planchado dedicados a la conservación de su pieza.

En general, se recomienda el lavado en lavadora porque tiene la ventaja de respetar mejor las fibras de cachemira. Sin embargo, tenga cuidado de no llenar demasiado la máquina, ya que esto fomentaría las rozaduras y dañaría el material.

Se recomienda usar programas suaves o delicados, como un programa especial para lana, por ejemplo, a una temperatura baja de lavado (20°C o incluso 30°C si la prenda está manchada). De hecho, la cachemira expuesta a agua demasiado caliente puede encoger o deformarse. Para optimizar el lavado de la cachemira en la lavadora, es preferible usar una bolsa de lavado en la que colocar la prenda para evitar rozaduras y enganches.

Además, utilice un detergente especial para lana (o cachemira) que deberá añadir con moderación en la lavadora. La cachemira es un material denso que absorberá el detergente y requerirá un enjuague adicional para eliminarlo. De hecho, corre el riesgo de que su prenda se deforme bajo el peso de la acción.

Finalmente, nunca use suavizante o acondicionador en una prenda de cachemira. Esto podría apelmazar la tela y alterar su suavidad.

3. El lavado a mano del cachemir

Si su máquina no tiene un programa específico, puede optar por un lavado a mano. Sin embargo, tenga cuidado de seguir las buenas prácticas.

Primero, es importante no dejar la prenda en remojo más de 30 minutos. Como con el lavado a máquina, asegúrese de usar agua fría (20°C) y un detergente especial para lana o un champú para cachemira. Remoje rápidamente la prenda, frótela suavemente durante unos minutos y enjuáguela con agua limpia. Nunca pase la prenda de punto directamente bajo el grifo. La presión del agua podría estirar la fibra y dañarla. De la misma manera, evite cuidadosamente estirar o torcer la prenda para no deformarla de manera irreversible.

Finalmente, si es necesario, se puede considerar una limpieza en seco en caso de suciedad muy intensa, aunque generalmente no se recomienda.

Secar el cachemir

Si bien es posible centrifugar el cachemir en la lavadora, se desaconseja encarecidamente el uso de la secadora. Sin embargo, asegúrese de elegir un centrifugado suave (velocidad recomendada entre 400 y 500 revoluciones como máximo) para evitar que la prenda se apelmace. Evite luego secar la prenda de punto en una percha. El peso del tejido húmedo podría estirar la fibra y alargarla.

Prefiera un secado en plano, al aire libre, sobre una toalla o un paño de algodón, protegido de la luz y el calor.

Antes de guardarlo, ¡asegúrese de que su suéter esté bien seco! ¡Un cachemir húmedo es el plato favorito de las polillas!


Planchar el cachemir

Se lo hemos dicho, el cuidado del cachemir no es tan difícil e incluso permite la posibilidad de planchar la materia. Se aplican varias reglas para planchar el cachemir:

- Usar un modo de calor suave
- Planchar del revés de la prenda
- Colocar un paño limpio entre la plancha y la tela de punto
- Evitar planchar los bordes acanalados del cuello, del cuerpo y de las mangas para no quemarlos

¡El uso de vapor de agua o, idealmente, de una plancha de vapor es bienvenido!

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El cuidado del cachemir en el día a día

Después de la compra, puede ocurrir que su suéter de cachemir forme bolitas superficiales en las zonas de roce. ¡No se preocupe, es normal! Es incluso una muy buena prueba de calidad.

De hecho, estas primeras bolitas son señal de un tejido denso y deberían desaparecer tras una decena de lavados. Si desea deshacerse de estas imperfecciones, no las tire, use mejor una rasuradora especial y pásela en la dirección de la fibra, sin presionar, y de manera ocasional. También existen peines para cachemir que pueden ayudarle a cuidar sus tejidos.

En cualquier caso, es mejor evitar usar sus prendas de cachemir más de 3 días seguidos y evitar superponer ropa. La fricción daña la malla y acelera la aparición de bolitas.

En el armario, no cuelgue el cachemir. Prefiéralo doblado y guardado en una funda protectora, protegido de la luz.

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